Habitación de Amelia

Suspiré.
-Pasa Bella.-indiqué.

Abrí la puerta y dí un suspiro de alivio al ver que el otro vampiro que había en la habitación era Scarlet y no nuestro"querido" patriarca sir Nicolas.
-Como te encuentras?-le pregunté a Amelia en susurros para no despertar a talu

Me reí entre dientes al ver su reacción.
-Estoy muy bien, gracias.sonreí.-Esperabas encontrarte al dictador, ¿cierto?.-inquirí.

Me uní con ella a sus risas.
-Si la verdad,pensaba que venia a rematar su faena-volvi la vista triste a la niña que dormia como un tronco.
-No entiendo porque le molesta tanto, si apenas da ruido si no fuera por el olor que desprende quien diria que hay un bebé humano en la mansión-dijé enfatizando la palabra"bebé" mientras intentaba calmarme.

-Siempre he creido que debia respetar las decisiones de un Antiguo y nunca me habia enfrentado a uno de esta manera, pero claro ninguno me ha tratado nunca de esa manera.-comenté.-Me he sentido francamente bien al enfrentarme a él por Lula.

Las miré dubitativa.
-Quizás...-me mordí el labio.-Quizás si todos nos opusiesemos a su decisión conseguiriamos que permitiese quedarse a Talu...-

-¡No!-rugí.-¡Ni Talula ni yo nos iremos de aquí solo porque ese tio lo diga! ¡Solo saldré de aquí con los pies po delante! ¡¿Quién se cree qué es?! ¡Acaba de llegar y ya está imponiendo su ley! ¡Los patriarcas cuidan de los vampiros de su mansión, no les amenazan y golpean a la mínima de cambio!- grité. Respiré hondo un par de veces buscando tranquilizarme.

-Vania-bufé.-Ella ya no tiene voz en este asunto. Ha pasado a ser igual que el resto, una esclava más de un...-me mordí la lengua. Me senté delante del ticador y seguí arreglandome.
-Creo que me voy a cortar el pelo.-anuncié de pronto.

Comencé a reirme a carcajadas por su idea.
-Antes me expongo a la luz del sol.-respondí repentinamente muy seria.- Ni de buenas ni de malas.-sentencié. Cogí unos cuantos mechones de mi cabello y empecé ha hacer pruebas para ver por dónde me quedaba mejor.

suspire..-y donde esta el aora? ..-pregunte

-¿Quién?¿Sir Nicolas?-me resultaba inevitable enfatizar su nombre y teñirlo de desprecio.-Seguramente hirviendo cachorritos por pura diversión.-

Me tapé la boca con una mano como si estubiese sorprendida por su comentario, cuando en realidad era plenamente consciente de que podia oirnos.
-Estoy segura de que lo ha oido todo Scarlet.-aseguré.

Le quité importancia al asunto.
-Trata de obtener nuestro respeto a patir del miedo, asi nunca obtendrá respeto.-dije muy seria. Decidí dejar el tema, puesto que Scarlet parecía preocupada por su supervivencia despùes de de esa conversción.-¿Qué tal te va todo, Scarlet?

Sonreí con picardia.
-¿Y con respecto a los hombres...?.-quisé saber.-Caleb esta libre...-dejé el final de la frase en el aire.

Volvía a la conversación pues me había ausentado en mente durante un buen rato.
Me fuí a sentar en una silla y miré a scarlet con sonrisa picara esperando su respuesta...
pero también tenia curiosidad por la contestación de Amelia asique le pregunté-Y tu Amelia?.-la mire con la misma sonrisa pícara.

Negué con ambas manos.
-No me interesa nadie.-respondí.

-Y antes de que entrase yo aqui?-pregunté con una sonrisa.