A lo lejos...

Mensajes : 18 Fecha de inscripción : 27/06/2008

Apoyé mi mano sobre la barandilla del puente de sangre. Pensé en todo lo que había ocurrido en ese lugar.
El viento azotaba mi pelo ondulado y revelde. Mi rostro estaba crispado por una mueca de preocupación. ¿Cuánto tiempo duraria el tratado de paz?
Esperaba que lo suficiente para volver a ver a la vampiresa...aquella con la que había firmado el acuerdo.
Recordé su pálida belleza y su hermosa figura. Una ligera sonrisa se dibujó en mis labios.
Seguramente se encontraria en su mansión, con su hija, disfrutando de su inmortalidad.
Retiré la mano de la barandilla y la dejé caer a mi lado mientras fruncía el ceño molesto.

Mensajes : 230 Fecha de inscripción : 23/06/2008 Edad : 33

Iba de vuelta a casa. Apenas me había fijado de donde estaba, hasta que noté su presencia.Me volví instintivamente alertada.
Estaba al otro lado del puente y no parecia tener intención de cruzar. De haberlo hecho tampoco le hubiese dicho nada. Yo no era quien. Y mucho menos habría salido corriendo a contárselo a Vania. El licántropo tenía casi la misma edad que mi madre y era digno merecedor de mi respeto y admiración. Perteneciese a la especia que perteneciese.
Me acerqué al puente sin intención de cruzarlo yo tampoco. No rompería las normas.

Mensajes : 18 Fecha de inscripción : 27/06/2008

Nada más notar su presencia supe que era ella, pero al verla fue como recordar el principio del tratado de paz. Me pregunté donde estaría su madre.
-Mademoiselle Lunne Eva-mi voz sonó áspera y fría, pero cordial.- Me alegra ver que se encuentra bien después de tantos años.- no tenía apenas relación con ella, pero era la única forma de saber de Vania.

Mensajes : 230 Fecha de inscripción : 23/06/2008 Edad : 33

Sonreí amablemente y asentí.
-Lo mismo digo monsieur Dubois. ¿Qué le trae por aquí?-pregunté sin poder contener mucho más mi curiosidad.

Mensajes : 18 Fecha de inscripción : 27/06/2008

-Quería saber de ustedes. ¿Qué tal se encuentran?-pregunté con mi leve acento francés, estropeado por la ronca voz.

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-Très bien Monsieur1 -dije con una sonrisa, recordando su procedencia francesa. Me retiré el pelo con un movimiento lento y clavé mis ojos en él.
-¿Y qué tal usted y los suyos?-pregunté cortesmente.

1- Muy bien Señor

Mensajes : 18 Fecha de inscripción : 27/06/2008

Odiaba las conversaciones banales así que chasqueé la lengua molesto.
-Todo en orden-solté de carrerilla.
-¿Qué tal se encuentra su madre?-pregunté contestando a su mirada con mis ojos negros.

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Fruncí el ceño ante su repentino interés.
-Muy bien. Ocupada...-me pareció conveniente añadir- ya que tenemos invitados- dije de nuevo con mi brillante sonrisa.

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Varias ideas rondaron por mi cabeza tras escuchar su respuesta. La primera, era que no le había agradado mi pregunta; la segunda, que su madre ya estaba comprometida; la tercera, que eran más vampiros y por lo tanto más poderosos.
Deseché todas con una sonrisa de hielo. Obté por pensar que era una simple contestación.
-Me alegra saberlo. Se la ve muy contenta mademoiselle-dije sin mucho interés, tan solo por cortesia.

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Me encogi de hombros sonriendo.
-Creame, lo estoy- miré su reacción y después añadí- Encantada de haber hablado con usted Monsieur Dubois-dije a modo de despedida- Daré recuerdos de su parte a Vania-

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-Buenas noches Mademoiselle-dije dando media vuelta.

» Cansada de sentirle lejos