Vincent Vóynikov

Nombre completo: Con el paso del tiempo olvidó su apellido, por lo que adoptó el de un antiguo amigo, Vóynikov. Vincent Vóynikov.
Origen: Sofía, Bulgaria.
Edad: Desconocida.
Fecha de conversión: Desconocida.
Especie: Vampiro.

Aspecto físico:
Aparenta unos 22 años. Alto y escuálido, de complexión un tanto frágil. Su cabello es negro y llega hasta la mitad de su espalda, con algunos mechones enmarcando su rostro. Pómulos hundidos y rasgos muy marcados. Ojos castaños con un matiz rojizo constante, independientemente de su sed. Sus manos de largos y delgados dedos van siempre bendadas al igual que su cuello. Su piel posee un tono grisáceo y sus finos labios carecen de color, excepto cuando clava los colmillos en el inferior tiñéndolo de rojo, algo que hace con frecuencia. Se caracteriza por unos movimientos delicados y ágiles y por una mirada que varía de la más sosegada tristeza a una furia y un deseo impasibles. Habitualmente, viste de cuero.

Carácter:
Vincent tiene ciertos problemas a la hora de enfrentarse a su propio ser, y esto lo achaca a una personalidad múltiple inexistente y a cierto grado de esquizofrenia. Su elegancia y reflexividad habituales se ven interrumpidas por repentinos ataques de euforia y pasiones humanas. Vincent es un genio creativo y, como todos saben, los genios sufren desequilibrios mentales. Se provoca dolor a sí mismo, llegando a prácticas tan peligrosas como el fuego y la mutilación. Galante incorregible, tratará de seducir a cualquier hombre o mujer a su alcance. Extremista y liberal, aprecia todo tipo de arte, especialmente la opera, la música instrumental, la pintura impresionista y la fotografía del desnudo.

Pasado: Vincent Vóynikov acaba de despertar muy recientemente de un larguísimo letargo. Ha sepultado todos sus recuerdos y solo puede acceder a ellos mediante alucinaciones ocasionales y flashes sobre su juventud, en la cual era el cellista más prometedor y aclamado de toda Europa. Sin embargo, a cada hora que pasa en la casa su memoria le devuelve cada uno de los retazos de su vida que él creía perdidos.