De un lado a otro

Estaba dando vueltas por la mansión cuando oi la silencio llamada de Vania. Suspiré, seguro que me regañaria. Aun asi fui a su cuarto, toque la puerta y espere.

Si es que lo sabia, sabia que me iba a regañar por haber pegado a Caleb.
-No tenia ningun derecho a tratarme como lo ha hecho.- conteste sin inmutarme ante su advertencia.- Se lo merecia, nadie tiene derecho a tratarme asi y menos un completo desconocido.-

-Yo nunca juego.- replique cruzandome de brazos.- No me gustan. Y no considero un juego el que me cojan como si fuese un saco y me den palmaditas en los muslos.- añadi.

-Le dije que me soltase y no lo hizo mi respuesta fue una galleta bastante floja para como podia haberle dado.- comente.- Esta bien la proxima vez no le pegare.- prometi

-¿Puedo irme ya?.- pregunte acercandome a la puerta.

Sali del cuarto y baje de nuevo al salon.