Tocando la puerta

Por fin! Acababa de llegar a la mansión, el viaje habia sido largo y duro,que se lo digan a mis zapatos. (sonrei).

Deje mis maletas en el porche de la entrada.
Toque sutilmente la puerta y se abrio como por arte de magia,quede algo perplejo.
Mira hacia el vestibulo y no consegui ver a nadie o almenos eso creia yo....Decidi girarme y dar unos pasos hasta llegar a las escaleras que daban a la entrada para poder sentarme y contemplar la magnifica luna que alumbraba esta noche tan fria.
En voz alta dije:
-Esto es vida (Sople y me dije a mi mismo, tienes que dejar de hablar solo)

En un pestañeo aparecio una figura femenina,elegante, muy bien vestida y con una fragancia hasta ahora nunca olida por mi.Rapidamente me levante,me quite el sombrero y sonreí

-Hola! Mi nombre es William,soy el nuevo inquilino.Si usted quiere,claro.-Le hice una reverencia

Me di cuenta que Vania la Matriarca no se andaba por las ramas e iba directo al grano.No parecía una persona que se mordiera la lengua.Quise corresponderle con la misma franqueza que lo hacia ella.

-Señora Vania me podria hacer un pequeño favor?-mirando hacia un lado-Podria dejar de llamarme de usted? es que me hace sentir mas mayor de lo que soy-solte una pequeña carcajada.

Todo seguido me gire y coji mis pertenencias.

-Me da usted permiso para entrar ?-me quede totalmente rigido esperando una respuesta

Mientras iba entrando por el vestibulo,admiraba la decoración....era perfecta.
Mi vista quedo clavada en un sillón de terciopelo negro,era muy parecido a uno que tuve en mi anterior vida,mi vida humana,me hizo sentir un poco de nostalgia.
Susurre:

-Hogar,dulce hogar.

-Estoy convencido que todo sera de mi agrado.Pero me gustaria ir a la habitación a dejar las maletas.No quisiera robarle mas tiempo.

No sabia que decir más,simplemente esperaba que con el tiempo Vania y los demás me cogieran confianza.
Decidi tener un detalle y regalar unas copas que tenia.
Eran de un cristal rogizo y su mango en plata había la sceneografia de 4 arcangeles.
No era nada del otro mundo,pero era lo minimo que podia hacer para pagar mi habitación.

-Tenga,acepte este obsequio.... bueno espero que todos puedan utilizarlo a su antojo.

Me gusto que lo aceptara.

Sonreí y le dije en plan chistoso:

-Prohibido usar como objeto rojadizo eh!!!

De golpe me entro una duda existencial.No veia a Vania arrojando nada a nadie,pero....

Sonriendo le dije:

-Si algun dia te diera algun motivo para arrojarme algun objeto,prefiero una copa a cualquier otro objeto punzante.Dicese dagas,cuchillos,tenedores,flechas,imperdibles y un largo etc.

Suspire.

-Bueno seria qüestion que empezara a subir a la habitación y empezar a ordenar mis cositas.Con su permiso.