Ansiando respirar.

Deseaba matar. Tan sencillo como eso. Buscar a alguien, ahogarlo sin llegar a matarlo, luego arrancarle el brazo. Después, quizás, dejarlo sordo a base de golpes. Obligarlo a arrancarse la piel con sus propios dientes....Finalmente empalarlo. Me senté en medio de los jardines y clavé los ojos en algún punto del árbol que tenía frente a mí. Elevé la mano hasta mi cuello y clavé las uñas, siendo consciente de cada roce. Con toda la fuerza de la que fui capaz, continué deslizándolas por mi piel hasta que una lágrima de dolor escapó de mis ojos. Luego me tumbé y miré el cielo. No pensaba emitir ni un sonido de queja.

-No.-fue todo lo que dije.

Me levanté y me dirigí a la mansión. No iba a darle vueltas a sus palabras para no darle el gusto de saber qué estaba opinando de ellas. La puerta estaba cerrada, por lo que esperé frente a ella.

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Salte al jardin por loa ventana de mi cuarto. Seguia bastante molesta, necesitaba descargarme. Mire hacia mi cuarto, habia estampado contra la pared los dos unicos jarrones que habia pensando que con eso me sentiria mejor. Que frustrante habia sido darme cuenta de que necesitaria unos cuantos jarrones mas. No podia salir ha hacer nada pues aun no podia ir de caza y estaba el dichoso tratado. Bueno, hay mas formas de descargarse pense, pero inmediatamente recorde donde estaban los hombres mas cercanos y quienes eran, asique disipe esa idea.
Me sente en un pequeño banco ha esperar el amanecer. Un paseito bajo el astro de los vivos seria interesante.

Mire a Lunne que se acercaba. Yo aun estaba enfadada por lo que suspire varias veces tratando de calmarme.

La mire.
-Puede sentarse si lo desea.- dije haciendo un leve movimiento con mi mano.- No se preocupe Lunne, es comprensible. Le quiere y el mero hecho de pensar en una posible separación la ha aterrado.- y hay estaba yo, hablando de eso como si lo entendiese cuando en realidad no tenia ni idea del miedo y la angustia que separarse del ser amado podian producir.

Qué podia decirle si hasta yo desconocia por que me hervia la sangre.
-No es descortes en absoluto.- conteste mirando al frente.- No estoy muy segura de lo que me ocurre.- mejor ser sincera.

Rei ante su broma. Lo necesitaba verdaderamente, reir me ayudo a mejorar mi estado de animo.
-Tranquila, es bueno poder descartar la menstruación como posible causa.- conteste.- Aunque no va muy desencaminada por que tiene que ver con mi sangre, me hierve la sangre. He estado furiosa muchas veces, pero nunca como ahora.- explique quizas Lunne pudiese ayudarme a saber que me pasaba.

Segui mirando al frente.
-Se equivoca, hasta cierto punto.- conteste.- Si he vivido con gente. En los ultimos meses he vivido con mas...gente de la que me habria gustado.- explique un poco por encima. La inste a continuar, lo que decia era interesante y no descartaba la posibilidad de que llevase razón

No pude evitar mirarla de arriba abajo. Eramos tan distintas. Ella parecia una muñeca de porcelana de época a tamaño humano, con su vestido y su inoncencia, mientras que yo parecia la tipica mala de pelicula que secuestraba gente y amenazaba la paz del planeta, toda vestida de cuero negro.
-Lunne. ¿Ha estado alguna vez con un licántropo?.- pregunte casi sin pensar.

Sonrei al ver su inquietud.
-Si, ha sido agradable charlar con usted.- dije con sinceridad.-Deberia entrar Lunne, y rapido.- la apremie.

Me habria gustado quedarme, pero Vania se pondria como una fiera si lo hacia. Me puse en pie y camine hacia la entrada tranquilamente. Abri la puerta, entre y cerre tras de mi . No me movi, me quede recostada contra la puerta.