En los jardines

Volver a la mansión no habia sido buena idea, necesitaba aire. Abri la ventana de mi cuarto y me salte de nuevo. Asi al menos evitaria a Vania. Me tumbe en el pequeño banco que habia entre las rosas, el olor de las flores me relajaba bastante, era muy agradable.

La habia oido, pero no me habia movido. Esa conversación llegaria tarde o temprano. Me sorprendio bastante que me hablase del nuevo.
-¿Qué?.- pregunte sin entender.- A mi el nuevo no me molesta para nada.- respondi sin abrir los ojos.

Me tense. Habia dicho justo lo que evitaba. Deje mi mente en blanco, si recordaba desde cuando me habia empezado a sentir asi Vania encontraria la respuesta.
-No estoy supceptible.- respondi, pero mi voz habia sonado demasiado falsa, ni siquiera yo me lo habia creido.

Me contube la risa.
-¿Con Vincent?.- pregunte mordiendome el labio para evitar la risa. Era casi imposible y empezaba a ponerme roja.

Habia desviado su atención. Me relaje bastante cuando volvio a preguntar.
-No sabria decirte.- conteste.

-¿Qué quieres que te diga exactamente?.- pregunte tranquilamente.- ¿Qué me siento sola o algo así?.-

Medite la respuesta. Lo mejor era ser sincera.
-Estoy asi porque hace demasiado tiempo que no estoy con nadie, cosa que me desespera y me saca de quicio porque no es mi propio de mi. El problema es que no se cuándo podre volver a...en fin es eso.- conclui seguia con los ojos cerrados, pero tenia el ceño fruncido y esta colorada. Me habia costado mucho ser sincera.

Eso si que no. No iba ha darle nombres, principalmente porque nunca habia nombres ni rostros.
Abri los ojos y me levante de un salto, aun seguia colorada pero mire a Vania.
-Me voy a cambiar.- dije, me meti de nuevo en la mansión y subi las escaleras, al llegar al cuarto de Vincent me detube y llame sin pensarmelo.

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Baje al jardín otra vez, estar encerrada era una torutra para mi. Me sente en el banco de siempre, quedaban unas horas hasta el amanecer y pensaba aprovecharlas en el exterior. Se estaba tan bien que acabe tumbandome en el banco contemplando las estrellas en silencio.

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Pase de largo el salon y sali por la puerta principal. Aun era de noche y no pensaba quedarme encerada. No sabia a donde, heche ha andar en dirección al bosque.