Casi recuperado.

Entrecerré los ojos y la escudriñé.
-Apenas he bebido, pero estoy mejor.-respondí receloso.

Asentí en silencio. No pude evitar imaginarme la situación con otra persona en lugar de Vania. Gruñí molesto al tiempo que me pasaba una mano por la cara como si con eso consiguiese borrar esos pensamientos.

Negué con la cabeza. Busqué una mayor comodidad pasando los brazos por el respaldo del banco y eché la cabeza hacia atras.
-Por nada, no tiene importancia.-cerré los ojos y crucé las piernas. Las costillas casi no me dolian, la sangre de Vania me habia venido bien.

La abracé con uno de mis brazos por la cintura.
-Ha sido... interesante, ha llegado a tener su punto.-comenté.
Pero no era lo que buscaba, ni con quien querria que fuera pensé con pesar.

-Eh... ¿no sabes qué significa esa expresión?-pregunté sorprendido.

Solté una carcajada.
-No, no significa divertido. Significa que ha llegado a ser un poco excitante, quiero decir que...-me estaba liando yo solo.- no sé, ¿erótico?. Dime que me entiendes.-pedí.

-Un poco... Soy dificil en ese tema, mi calma es casi inalterable y sin embargo tus reacciones casi, casi lo consiguen. Muy inocente.- sentencié.

-No sabias lo que significaba esa expresión, Vania. Eso demuestra tu inocencia.- volví a pasar mi brazo por el respaldo.- Ha sido divertido, me sorprende que te hayas dejado arrastrar a esa situación.-admití.

Entreabrí un ojo y la miré.
-Reaccionarías igual aunque estubieras preparada.-respondí con suficiencia.

Me pusé en pie y tiré de ella hacia mí, dejando su cuerpo pegado al mio por completo. Coloqué mi mano drecha en la curva de su espalda y la izquierda en su hombro.
-Humm, ¿acaso quieres hacer la prueba?-inquirí, incliné la cabeza hacia delante hasta quedar a escasos centimetros. La sujeté con fuerza para evitar que se soltase.

La mano que tenia sobre su hombro se deslizo hacia abajo con infinita delicadeza, aparté el tirante y bajé por su brazo. Al llegar a su mano la entrelacé con la mía y la llevé hasta mi cuello haciendo que lo rodease. Besé su brazo y despues su hombro.
-¿Quieres seguir?-pregunté en un susurro ronco.

-¿Pensabas que mi demostración se basaba en esto?.-inquirí.