Dando una vuelta

Paseamos en silencio por la playa contemplando el mar embrabecido. Me gustaba como el viento mecia su larga melena.
-Amelia, cuentame algo de tí.-pedí sin rodeos.

-Me llamo Amelia Masen, tengo 17años, nací en Marseille, me convertí en esto porque me tiré por un acantilado y alguien me salvo. Despues de convertirme me vengué de unas cuantas personas y viaje por todo el mundo.- resumí.-Creo que no me dejo nada.-

Me eche a reir sin poder evitarlo ante su resumen.
-Yo creo que si, por ejemplo, ¿te has enamorado alguna vez?.-quise saber.-Aparte de de Cloud, claro.-

Esta vez la que se rio fui yo.
-Desde que me convertí en esto nunca he sentido amor por nadie. Quiza me he encaprichado pero poco mas.- expliqué.- Pero mientras vivia si hubo alguien...se llamaba Elliot.-le conté, mi voz adquirio un lpequeño matiz de tristeza al recordarlo.

-Elliot.-repetí.-¿Y era correspondido?.- la curiosidad que sentia era demasiado descarada, pero no me importo.

Medité la respuesta durante unos segundos.
-Creo que si.- respondi.- Pero no teniamos futuro, yo no era rica y él si.-expliqué por encima.

Me detuve y la miré interrogante.
-Por qué dices eso. El dinero no importa cuando quieres a alguien.- repliqué. La agarré por los hombros y la miré fijamente a los ojos.- ¿Es qué era un noble o algo así?.-pregunté.

-Has dado en el blanco. Elliot Donizetti, no era un noble francés del todo su padre era un aristocrata italiano llamado Fabio Donizetti y su madre era Eclair De La Rose, una mujer muy famosa y distinguida.-le conté. No me sentía comoda hablando de eso.-¿Y tú qué?. Yo tampoco sé nada de ti.-

La solté y me puse las manos detras de la cabeza mientras andaba.
-Pues la verdad es que lo único que sé anterior a la transformación es mi nombre, mi edad el año en que nací y me convertí y de dónde soy.- respondi con desinteres. La verdad es que tampoco habia echo nada por averiguar sobre mi vida, para qué sufrir pensando que si tenia seres queridos no podria volver a verlos mas. En mi opinión no recordar era lo mejor.

-¿Y puedo saber tu nombre, tu edad el año en que naciste y te convertiste y de dónde eres?.-pregunté siguiendole.- Algunas cosas las sé, como por ejemplo tu nombre y pareces italiano pero nada mas.-

-No veo por qué no.- respondí encogiendome de hombros.- Me llamo Caleb Creux, como ya sabes, soy de Milán. Nací en 1843 y me convertí en 1863, con 20 años.- respondí.

-¿Y alguna vez te has enamorado Caleb?.-pregunte mirando hacia el horizonte.

-Considero que el amor no esta echo para nosotros.-respondi con la misma tranquilidad que antes.- No. Nunca me he enamorado.-

-El amor esta hecho para todos Caleb, creer lo contrario te cerrará muchas puertas.- contesté.-Volvamos ya.-