De vuelta al salón

Me rei ante su mueca de asco.
-Puede ser que tengas razon-le dije con una sonrisa.

Cogí el vestido y lo alcé para verlo bien, torcí los labios en una mueca de descontento.
-No uso vestidos, Caleb. Nunca.- comenté sin apartar los ojos del vestido.-Y en consecuencia tampoco uso esta clase de zapatos tan...finos.- añadí mirando a los sencillos pero elegantes zapatos a juego con el vestido.

Mire el vestido, la verdad es que era precioso no entendia porque no le agradaba, ademas era un detalle muy bonito por parte de caleb.
-Bueno puedes ponertelo para alguna ocasion especial no?-le dije.

-Si una cita o un baile.- bufé.- Pero dudo que aquí vaya ha haber algo de eso.-

-Quien sabe a lo mejor Vania nos sorprende...-le dije.

Negué energicamente con la cabeza.
-Si hay un baile yo no iré.- hacia años que no iba a uno.- Y además hay tres chicos y seis chicas, ir sin pareja a un baile es una tonteria. No creo que Vania haga uno.- los chicos de seguro estarian encantados al tener a tantas mujeres para ellos tres solos.

-Ya yo tampoco iria no me gustan esas clase de cosas-le dije.

-Quizá podamos hacer un baile navideño. Unos amigos los hacen cada año y son geniales.-propusé.- Me encantaria veros vestidas para un baile, y sobretodo, verte con ese vestido Amelia.- comenté mirandola.

Pense en lo que habia dicho caleb,no sonaba mal pero aun asi no me hacia mucha gracia la idea.

Entre al salón y para mi sorpresa no era la unica que estaba alli , dos chicas y un apuesto caballero charlaban en la estancia.

-Hem... Hola , soy nueva y .....¿Es alguien la matriarca o el patriarca? , pregunte algo cortada.

-Bienvenida.-saludé.-No, la matriarca vendrá en seguida. Mientras tanto, ¿podrias decirnos tu nombre linda?.-sonreí.

Mi sonrisa se hizo mas amplia.
-Es un placer.- dije besando levemente su mano.- Mi nombre es Caleb Creux.-me presenté.

Tosí para recordarle a Caleb que estaba allí.
-Yo soy Amelia Masen.- me presenté.-Y ella es Bianca Mermen.-indiqué señalando a Bianca con un movimiento de la mano.

Miré a Amelia con una sonrisa inocente, que mona estaba cuando se ponía celosa.
Fuí a sentarme a uno de los sillones y al pasar por su lado le revolví el pelo.

Ladeé la cabeza molesta, por mí podía hacer lo que quisiera.

Miré sus piernas y sonreí. Que gran invento era la falda.
-Poco.-respondí alzando los ojos para mirar su rostro. Pero por el camino me topé con las curvas perfectas del cuerpo de Amelia y me quedé hay.

Noté la interesada mirada de Caleb recorriendome de arriba abajo y me volví para mirarlo severa.
-De los presentes soy la que mas antigua.- respondí sentandome en el regazo de Caleb pasando mi brazo por sus hombros para mayor comodidad.