De vuelta al salón

-¿Autodefensa?.-me reí.- ¿Y se puede saber de qué o quién se defiende?. A mi lo que tenga o deje de tener con Vania me da igual. Pero su cambio de actitud es de lo mas insoportable.- me quejé.

-Autodefensa ante los demas Amelia el es comoo un pequeño conejito-me rei ante la idea de ver a cloud convertido en conejo.

-¿Si?. Pues sabes lo qué hacia yo con los conejos cuando vivia, los cazaba.- respondí seria.- Y eso de pequeño conejito..., sería más correcto decir león con piel de cordero. Hemos estado años odiandonos por sus mentiras Bianca. ¿Cómo puedes no odiarlo?.-quise saber.

-Porque es mi hermano Amelia y aunque estoy disgustada con el nunca podre odiarlo despues de todo somos mellizos-le respondi apenada-sabes aveces me gustaria que solo fuesemos solo hermanos y que no tuviesemos ese vinculo de mellizos a veces me siento muy atada y eso me impide abrirme a los demas.

-Ojalá pudiese decir que te entiendo, o que por lo menos entiendo de lo que me hablas pero fuí hija única y no tengo vínculos, al menos no del tipo que teneis vosotros.- murmuré.

-Te aseguro que por una parte es bueno en fin sabes que no estas sola en el mundo pero por otro lado si quiero hacer algo casi siempre me cohibe poder hacerlo es nose como sentir que no lo pudes sin el consentimiento de la otra persona, por eso cuando cloud se fue de casa sentia que tenia que encontrarlo para decirle lo de nuestros padres ya que era algo que me hacia daño y no estaria bien asta que el lo supiese no se algo extraño pero lo puedo cortar cuando quiera pero eso significaria ser no se solo hermanos y no se si estoy preparada-le dije. Me habia desahogado con ella era algo que tenia ganas de decir hace mucho tiempo y por fin me sentia bien.

La escuche en silencio. Desde luego yo no era la persona mas adecuada para hablar sobre temas familiares, asi que obté por hacer lo que decía Paola, "si no sabes que decir, callate".

-Bueno olvidalo-le dije-que es lo que vamos hacer con el?-le pregunte-si no quiere ablar con nosotras y se a encerrado en la habitacion no podemos hacer nada.

Pensé durante unos segundos lo que podiamos hacer.
-Olvidarlo, ignorarle solo hace esto para reclamar la atención que de otras formas no consigue.-sentencié.- Si quiere decir que soy una rastrera que lo haga, los que me conocen saben que eso no es cierto y con respecto al resto me da igual lo que piensen sobre mi.-

Pense lo que acababa de decir.
-Muy bien pues entonces lo dejare estar de momento quiza ati te de igual pero a mi no no soporto que alguien me mienta y menos mi hermano-dije con rabia.
me acerque a la mesa y me servi una copa de sangre, me acerque a la ventana y me quede observando el exterior pensando en que hacer con cloud.

-Llevas las de perder Bianca, Vania esta de su parte seguramente nos espera una gran bronca por lo de antes. Si vuelves a molestar a Cloud seguramente se quejará a Vania y ella se pondrá de su parte.- conjeturé.- Si tú, que eres su hermana y le conoces perfectamente le creiste Vania que apenas lo conoce tambien lo hará.-

Pense en lo que me dijo.
-Y por que crees que Vania lo a a creer¿?-le pregunte con curiosidad.

-No es dificil mentir a traves de los pensamientos y recuerdos.-respondí con calma.- Y la mentira es tan creible como si fuese expresada oralmente.-

Solte un suspiro de exasperacion.
-Dios creo esto me supera en serio-le dije muy molesta.

-Calmate, puede que Cloud no sepa esto. Quizá no se arriesgué a crear falsos recuerdos por si fallase, el apoyo de Vania es importante si lo pierde se queda solo.- sonreí tranquilizadora.

-Si vale pero no se y si lo hace, y si Vania lo cree, nose Amelia me da la sensacion de que le va apoyar aunque no le diga la verdad-le dije mientras me movia de un sitio para otro.

Me levanté y me acerqué a la otra gran ventana, contemplé el jardín y la entrada de la mansión.
-Yo tambien lo creo.-suspiré cansada.- Solo espero que Vania sea justa y no se deje enredar.- vi movimiento fuera y al fijarme mas vi que se trataba de Caleb. Sonreí y agité la mano a modo de saludo.

-A quien saludas¿?-le pregunte.

-A Caleb.-respondí con una sonrisa.- Quizá el nos pueda ayudar.-

-Podria ser-murmure me acerque a la venta y me quede absorta en mis pensamientos.

Correspondí al saludo de Amelia con una ancha sonrisa y entré en la casa.
-¿Cómo te va querida?.-pregunté a modo de saludó desde la puerta del salón.-Me has echado de menos, ¿a que si?.-bromeé.

Me reí, me sonó un poco raro oirme reir.
-Estoy muy bien, Caleb.-respondí acercandomé a él.- No, no te he echado nada de menos.- añadí.

-Que cruel eres amor.- contesté apenado. Avancé hasta ella y la abracé con fuerza.- Sabes que no puedes vivir sin mi.-bromeé en un susurro.

-Será eso.-respondí con sarcásmo tratando de soltarme.- ¿Qué tal te ha ido?.-pregunté.

-Muy bien, por cierto os he traido regalos a Vania y a ti.- sonreí. Sin dar mas explicaciones fuí al vestíbulo y regresé con unos paquetes.- Estos son para tí.- indiqué tendiendole dos paquetes, uno cuadrado y duro y el otro blando y casi plano.