Habitación de Elisa

Llegué a su puerta y aguardé en silencio. Debia llamar, pero no queria. Me obligué a levantar la mano y llamé.

...Mi gozo en un pozo, pensaba que no iba ha abrir. Sonreí tratando de ser amistoso.
-Perdón por lo de antes, pero me he asustado al verte.-me disculpé.-Te recuerdo vagamente gracias a Vania.-bajé la vista hasta su vientre y un escalofrío me recorrió de arriba abajo. Aparté la vista con brusquedad y volví a mirarla a los ojos.

-...Sí.-mierda dónde estaba mi iniciativa.-¿Qué tal te ha ido en este tiempo?-pregunté.

Tarareé la canción aun cuando el móvil dejo de sonar. Me volví hacia ella.
-Vaya, hacia mucho que no la escuchaba.-comenté.

-¿Qué yo tocaba?-me señalé con incredulidad.-¿Qué instrumento tocaba?-quise saber.

-No si tranquilo soy-conteste.-Pero me parece increible qu me acercase a un instrumento...-añadí. Me estrujé el cerebro tratando de recordar algo, por poco que fuese.

-...Ah, gracias.-murmuré. Bien estaba consiguiendo recuperar mi calma, eso era un consuelo.-¿Te importaría contarme más cosas?

-Ya he estado.-contesté.-Pasear bajo la luna ya no es una opción sino una obligación. Ha perdido interés.- repliqué. Volví a mirar a su vientre, pero esta vez me obligué a no apartar la mirada.

-Sí-asentí con seriedad.- Te pido perdón si fue por mi culpa.-me disculpé.

-Que estubieses en el lugar equivocado en el momento equivocada y que por ello perdieses a tu... -no acabé la frase.

Asentí.
-¿Te puedo hacer una pregunta?-la verdad es que mi pregunta carecia de importancia.-¿Estábamos casados?

-¿Te importaria contarme la historia? No entiendo nada.-pedí.