Paseando con Caleb

-Dices la verdad sobre asuntos en los que no debes meterte. Yo no hablo de tu vida común con Cloud, ni comento si te satisface o no, Vania. Eso es cosa vuestra, cualquier otra persona que se meta sobra automaticamente.

-No es algo sobre lo que yo tenga control, Vania.-repliqué acercándome a la barandilla.

-Ah, cierto, se me olvidaba lo fácil que te resultaría a ti sacar a Cloud de tu cabeza. Perdona que no sea como tú.-comenté sarcástico.

-Ni a mi él.-repliqué.

-No quiero que le digas nada, ¿queda claro?-pregunté.-Me marcharé mañana.-lo había decidido.

Sin volverme tome una de sus manos y la besé. Suspiré.
-Gracias, Vania.-respondí.

Me volví con una ancha sonrisa.
-No, no serviria.-dije con un tono alegre que no encajaba con la situación. Revolví su pelo a modo de broma y le di un beso en la frente.-Volvamos.-sugerí pasando mi brazo por sus hombros.

-Que aprecies a cabrones como yo me parece estúpido.-respondí mirando al frente con seriedad. Bajé la mirada y sonreí levemente.- Pero yo soy un cabrón que se hace querer, ¿cierto?.

Empecé a reirme.
-Sí que lo soy, pero no te confundas no me importa.-respondí.-Vamos.-añadí tirando de ella hacia la mansión.