Me interne en el bosque en pos de un ciervo. Bufé, seria mas facil coger a un humano bobalicón pero bueno al menos me entretendria un rato. Subi a la rama de un árbol y observe el entorno.
Malditos ciervos se habian extinguido en los ultimos días o qué. Habia recorrido el bosque buscando uno y nada. Estaba de un mal humor impresionante.
-Se acabó al primer animal que se cruce en mi camino me lo llevo.- susurre malhumorada.
Un poco mas lejos unos arbustos se movieron, me lancé sobre ellos, agarré al...¡maldito ciervo!. Gruñi.
-¡Maldito bicho!.-le grité.-¿Dónde te habias metido?.- lo inmobilicé y lo arrastre hasta la mansión.