Habitación de Vincent.

-No la invitaría de lo contrario. Recuerde que no tengo ningún interés en agradarla por el mero hecho de ser cortés, querida.

Me volvi para mirarle bien.
-Gracias.- dije.- Pero deberemos posponer la invitación unas cuantas noches mas. Habra luna llena en unos dias y siempre que eso ocurre me gusta bajar a la playa mas proxima y bañarme, es muy agradable y relajante.- explique mirando hacia la ventana con gesto ausente. Volvi a mirarle.
-Da gusto hablar con usted, se expresa muy bien. Muchas gracias por esta explicación tan agradable.- incline la cabeza como gesto de despedida.

Me resistí a preguntarle si aquello era una invitación a acompañarla en su baño. Había prometido no ir tras Amelia también...Bufé y respondí a su despedida con un gesto y un seco ´de acuerdo´.

Al darle la espalda mi sonrisa se desbanecio. Habia entendido todo al reves, sabia que habria pensado que le estaba invitando, pero en realidad le estaba advirtiendo que no se acercase por la playa esa noche, pues no queria mirones. Mi desnudez no era algo que mostrase demasiado, pocos hombres podian decir que habian contemplado mis curvas.
Sali y cerre la puerta tras de mi, en el pasillo volvi a tararear mi nana.
“La noche fue larga, ya va amanecer
No llores mi alma, ya vas a entender
Que si hoy no salgo no habrá que comer,
No llores mi alma que voy a volver..."

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Subí las escaleras en dirección a mi cuarto, pero me detuve ante la puerta. No quería entrar en él, no me gustaba, era frustrante. Tampoco quería verlo a él, a mi cello. No me sentía capaz. Claro que tampoco tenía muchas más opciones, de modo que al final lo hice.

Abri y entre, cerrando tras de mi.
-Hola.- dije, estaba desesperada desde luego, empezaba a ver atractivo a Vincent. Movi la cabeza para apartar esos pensamientos.

Avance hacia él. No sabia como empezar.
-Esto...Vincent yo...yo queria...qeruia pedirte perdon por lo que...paso en la sala de reuniones. De verdad que lo siento, es que...bueno...lo siento.- Que vergüenza. Estaba asi por mi "abstinencia" y lo estaba pagando. Me sente en alfeizar justo en frente de él y contemple la luna llena.

Ataques de histeria. Lo que me faltaba. Le mire.
-¿Te importaria tocar para mi?.- dije apartando nuevamente la mirada.

Le sonrei agradecida.
-Me fio de ti.- conteste mientras cerraba los ojos y apoyaba la cameza contra el marco de la ventana.

El olor me habia llegado claramente, para contrarestar un poco su olor me hice un pequeño corte en el labio. Mantube los ojos cerrados disfrutando la musica, era tan hermosa.

Pase mis dedos por su cuello y retire su sangre, llevandomela a los labios despues. Sonrei.
-Como quieras.- me levante.- Cuando quieras que vuelva avisame, me encanta oirte tocar.- añadi y sali del cuarto.